Durante el procesado de la miel se utilizan tamices para filtrarla. Estos tamices están disponibles en varios modelos. El más utilizado es el tamiz de acero inoxidable con fondo abombado. También existe con fondo plano, de modo que cuelga menos dentro del cubo y así cabe más miel en el cubo. Además, hay tamices cónicos que filtran muy fino y pueden colocarse sobre el cubo de miel.